El fin de semana pasado concluyó la participación de Sarmiento en la Liga Profesional 2024. Al momento de realizar un análisis de rendimiento en el último semestre es fundamental tener presente los contextos y las formas, en donde no hubo descensos para regresar a un nuevo torneo formado por 30 equipos, y, particularmente, el Verde vivenció el cambio de tres entrenadores que variaron en sus formas y estilos con resultados similares.
Sarmiento terminó en el puesto 26, es decir, penúltimo, con un saldo de 26 puntos, tan solo por encima de Banfield y Barracas Central. Para conocer más sobre lo que fue la última participación del equipo de nuestra ciudad, Democracia realizó un relevamiento por todos los partidos y estadísticas con el objetivo de analizar cómo fue el rendimiento del equipo y los momentos que le tocó atravesar.
Datos y números
A lo largo de la Liga Profesional que tuvo 27 encuentros en el torneo, Sarmiento tuvo una marca de cinco triunfos, once empates y once derrotas; con un saldo de 18 goles a favor y 28 en contra. Siguiendo con el análisis de los números, la diferencia de gol fue de -10, el cuarto peor registro entre todos los equipos (Newells -13; Banfield -14; y Barracas -18).
Sin embargo, cuando uno empieza a observar detenidamente el resto de los datos y números, comienzan a percibirse algunas marcas para prestar atención. Por ejemplo, Sarmiento fue el segundo equipo que menos goles hizo: 18 (tres goles más que Barracas).
Particularmente, este dato, encuentra su correlato en otros aspectos como el siguiente: en 11 ocasiones, el Verde no convirtió goles y terminó perdiendo por la mínima diferencia o empatando en 0. Esto denota una clara ausencia de un futbolista goleador, donde la mayor cantidad de gritos sagrados fueron realizados por defensores.
En tal sentido, el listado de goleadores quedó: Joaquín Gho e Iván Morales (3 goles cada uno); Manuel García y Elías López (2 cada uno); y con un tanto se encuentran Lisandro López, Gastón Gudiño, Nicolás Gaitán, Franco Paredes, el ex Verde Agustín Fontana y el autogol que se realizó Instituto.
Salvo en tres ocasiones, en las que no ganó, contra Central Córdoba, Riestra y Banfield, Sarmiento no fue protagonista de la posesión del balón, replegándose en su campo propio, cediendo la iniciativa y buscando contragolpear. En pocas ocasiones pudo ser eficiente y lograr su cometido como sucedió en los goles contra Estudiantes, Deportivo Riestra o Newells.
Camino errático
Según la Real Academia Española, el término “errático” significa que “se mueve sin rumbo fijo o sin asentarse en un lugar. Impredecible o que cambia con frecuencia”. De tal manera, y distinto a lo que sostiene el sentido común, errático no quiere decir que una persona o institución comete muchos errores, sino que hace referencia a una imprevisibilidad o estar desorientado.
Tal adjetivación es la que mejor le asienta al torneo que tuvo el Verde: potenciado por la falta de jerarquía para definir partidos y traducido en los puntos obtenidos, ubicándose en el penúltimo puesto con tan solo 26 unidades.
Un hecho que atravesó tal campaña fueron los cambios vivenciados en los liderazgos del plantel: el Verde comenzó con Israel Damonte hasta la mitad del torneo (cuatro victorias, siete empates y siete derrotas); tuvo el paso de Martín Funes en un interinato de cuatro fechas (dos empates y dos derrotas) para, finalmente, concluir con la gestión de Javier Sanguinetti (un triunfo, dos empates y dos derrotas).
Más allá de los nombres empleados, lo más llamativo es lo disímil entre juegos que cada DT tiene: Damonte más asociado a la prevalencia del resultado; Funes vinculado a un juego más de asociación y un criterio enfocado en la gestación; y Sanguinetti un hibrido entre los anteriores. Pese a ello, un denominador en común fueron las dificultades para generar ocasiones y convertir en el área rival.
Retomando la situación de cambio de entrenadores, esta fue y es un fenómeno que caracteriza al fútbol argentino y llegó al Verde desde el año pasado. En tal sentido, en lo que hace a la línea de sucesiones que tuvo el buzo de DT de Sarmiento hasta llegar al cierre del 2024 pasaron: Pablo Lavallén, Facundo Sava, Sergio Rondina, dos interinatos de Funes y dos ciclos de Damonte. En síntesis, seis figuras distintas en casi dos años con distintos vaivenes de rendimientos y resultados.
Análisis de refuerzos
Como suele suceder en cada mercado de pases, Sarmiento apostó al regreso de caras conocidas y a la experiencia de algunos futbolistas para tener un salto de calidad: proyecto frustrado por los resultados obtenidos. En lo que hace al arco, Lucas Acosta tuvo participaciones buenas brindando seguridad en el arco del Verde e imposibilitando sufrir voluptuosas goleadas en varias ocasiones. Por su parte, Nereo Champagne no sumó minutos desde su arribo.
En lo que hace a la línea de defensores, Gastón Sauro, Juan Cruz Guasone y Facundo Roncaglia alternaron partidos, oficiaron como un eventual tercer central o se constituyeron en relevos de la habitual dupla conformada por Juan Insaurralde y Franco Paredes. Sin embargo, dado el carácter de “refuerzo” con que llegaron al club, las expectativas quedaron por encima de los rendimientos demostrados ya sea por los minutos que tuvieron en cancha o los resultados adversos obtenidos que tampoco los ayudaron.
En lo que hace a la mitad de la cancha en el regreso de Emiliano Méndez, el volante defensivo tuvo altibajos que se relacionan con los numerosos cambios de sistemas tácticos estando más cómodo algunas veces que otras y eso traduciéndose en el juego.
Misma lógica para Juan Andrada, Gastón Gudiño y Valentín Burgoa, quienes tuvieron destellos de alto rendimiento en algunos partidos, pero no llegaron a sostenerse ni volverse una fija en el 11 del equipo.
Nicolás Gaitán demostró su jerarquía en cada intervención con la pelota a sus pies, con la salvedad que, generalmente, lo hacía lejos del arco rival y, si estaba cerca, lo hacía en soledad, no pudiéndose aprovechar sus características como jugador creativo. Tal situación se relaciona a los delanteros Ezequiel Naya (un gol ante Racing) y Gabriel Hauche, que no tuvieron una buena temporada marcada por la escasez de goles y la no continuidad partido a partido.
Como viene ocurriendo en los últimos torneos, en esta última temporada más que nunca, el punto más considerable del plantel han sido los “refuerzos” promovidos desde la propia cantera del Verde: Gabriel Díaz como variante tanto para la defensa como mitad de cancha; Manuel García, quien se volvió una “fija” en el mediocampo; y Joaquín Gho, referencia para desequilibrar y aportar en la parte ofensiva.
En otra instancia, con menor porcentaje de minutos, Brandon Márquez, Matías Rosales y Tomás Guiacobini sumaron minutos y comenzaron a escribir su propia historia en la máxima división, demostrando ser futbolistas preparados para aportar cuando les toque.
De tal forma, por todo lo expuesto, con una Reserva que sigue aportando capitales y nutriendo al plantel de Primera, puede afirmarse que las juveniles del club siguen dando sus frutos y siendo los más destacados en la relación “refuerzo-rendimiento”.
Futuro
Como paradoja del destino, el Verde concluyó su participación en el 2024 con un empate en 1, es decir, con sabor a poco: empezó perdiendo el partido y, más tarde, igualó por intermedio del defensor Paredes. Un detalle no menor fue el rival que estuvo en frente: un Banfield golpeado por un presente institucional complejo, ubicado por debajo de Sarmiento en la tabla de posiciones y un malestar que se hizo sentir desde las tribunas.
En lo que respecta al Verde, al igual que cada receso e intervalo previo al inicio de una nueva competencia, será una buena oportunidad para que el DT Sanguinetti tenga tiempo para planificar la pretemporada y el modelo de juego que quiere materializar a través de sus dirigidos.
Pese a tener la tabla de promedios como condicionante, lo que tiene a su favor Sanguinetti son algunas semanas de trabajo para moldear el juego que busca y manifestar los refuerzos que quiere para realizarlo. Viendo los números, sin lugar a dudas, la apuesta en jerarquía ofensiva es un punto a prestar atención y observar.
En lo que hace a la tabla anual, el Verde, está último con 35 puntos por debajo de Tigre (39) y Banfield (41). Finalmente, en lo que hace a los temidos promedios, Sarmiento también está último con una marca de 1.089; a tan solo algunos puntos de Independiente Rivadavia (1.121); Central Córdoba (1.130); y Banfield (1.162).
Camino a un nuevo año en Primera, donde ya se acumulan nueve, y de cara a los promedios 2025, el Verde tendrá la compleja labor de dirimirse ante rivales como Independiente Rivadavia, Central Córdoba, Banfield, Tigre, entre otros. Así tendrá la compleja tarea de cosechar varios puntos (más de 45) y mejorar su rendimiento para depender de sí y no vivir pendiente de otros resultados.
EL 11 QUE MÁS PUNTOS OBTUVO
Según los triunfos obtenidos en el último torneo, el 11 “ideal” del estaría compuesto por: Lucas Acosta; Elías López; Franco Paredes, Juan Insaurralde y Yair Arismendi; Joaquín Gho; Emiliano Méndez, Manuel García y Valentín Burgoa; Iván Morales y Nicolás Gaitán.
COMENTARIOS